Este pasado Domingo, 25 de noviembre, se celebraba el Día de la Solemnidad de Cristo Rey, fiesta de nuestra Hermandad y de nuestra Parroquia. 

La festividad de Cristo Rey, es una fiesta inicialmente promulgada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925, en conmemoración del XVI centenario del I Concilio de Nicea. Posteriormente, tras la reforma litúrgica del Papa San Pablo VI en 1969, la fiesta pasó a celebrarse el último domingo del Año litúrgico. 

Fundada en el año 1954, la Parroquia de Cristo Rey es el origen de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que apareció en el año 1956. Ambas tienen un origen ligado en la feligresía del barrio y, no hubo duda, a la hora de constituir la segunda que la imagen titular debía ir ligada al nombre de la Parroquia, a Cristo Rey. Y puesto que su realeza se pone de manifiesto sobre la mismísima Cruz, esta fue la decisión de los fundadores: la imagen de Jesucristo reinante o, lo que es lo mismo, Jesús clavado en la Cruz.

No hay, pues mejor, título para describir nuestra imagen titular, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que el nombre de nuestra Parroquia: Cristo Rey, pues Cristo fue Rey desde la Cruz.

Así lo concibió el primer Párroco de Cristo Rey, Consiliario y fundador de la Hermandad, nuestro querido D. Antonio Garzarán Blasco, quien con el título de “Cristo es Rey desde la Cruz” publicó un artículo en el Paseo de 1957 y que al final de esta publicación gustosamente os dejamos en un día tan especial.

Para la celebración de una fecha tan significativa nuestra Hermandad, junto a los Hermanos de Nuestra Señora de la Piedad, organizó el sábado al acabar la Eucaristía de víspera de 19.30 h un tentempié dulce para la feligresía y el Domingo se participó en la Eucaristía de la Solemnidad de Cristo Rey oficiada por nuestro Párroco y Consiliario D. José Santamaría y a la que, entre otros, asistieron como acólitos el abad de la Colegiata de Gandía, D. Ángel Saneugenio, y el canónigo de la Catedral de Valencia, D. Jorge Morant.

Fotos

«Cristo es Rey desde la Cruz»

Al querer agrupar a los hombres de nuestra Parroquia de Cristo Rey en torno a un Paso de la Semana Santa, quisimos que éste estuviera íntimamente ligado a la realeza de Jesucristo, para darle de esta forma un carácter esencialmente parroquial.

La muerte del Señor «… e inclinando la cabeza entregó el espíritu». (Jn. 19,30). Momento cumbre de la Pasión de Jesucristo que no estaba representado en nuestra Semana Santa de Gandía. La muerte de Jesús, cimiento de su realeza como Redentor y como Hombre-Dios, ya que la cruz fue el motivo de la encarnación («Por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió del cielo»). Esto es para nuestra Parroquia el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el centro de la Semana Santa de Gandía y Jesús Rey que pende del madero.

Cristo es Rey desde la Cruz en el momento de su muerte. Así lo canta la liturgia de la Iglesia. Oigamos el testimonio de San Pablo: «… y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, por lo cual Dios le exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús doble la rodilla cuanto hay en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre».

Toda la Pasión del Señor está impregnada de su divina realeza. Empieza la Semana Mayor «…he aquí que viene tu Rey montado sobre un pollino de asna».

Jesús se declara rey ante Pilato «Mi reino no es de este mundo. ¿Luego tú eres rey? Tú dices que soy rey» (Jn. 18).

Burlado como rey: «…le echaron encima una clámide de púrpura y, tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en la mano una caña; y doblando ante Él la rodilla, se burlaban diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!» (Mt. 26, 28-29).

Pilato teme a los judíos cuando le denuncia a Jesús por declararse rey: «…pero los judíos gritaron diciéndole: Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey va contra el César. Entonces, lo entregó para que le crucificasen». (Jn. 19).

El motivo de su muerte es su realeza «El título de su causa estaba escrito: El rey de los judíos» (Mc. 15, 26).

En verdad, porque se humilló, está sentado a la diestra del Padre.

Ya David, viendo en la lejanía la muerte del Redentor, exclamaba: «Pídeme y haré de las gentes tu heredad, te dará en posesión los confines de la tierra». (Psm. 2,8).

Os diré, amados feligreses, mirando la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte: «Ahí tenéis a vuestro rey». (Jn, 19, 14).

Antonio Garzarán Blasco

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